En el Día del Medio Ambiente, resulta vital reflexionar sobre la importancia del reciclaje de latas de bebidas. Este tipo de envase, presente en nuestro día a día, tiene un enorme potencial de reutilización gracias a su composición de aluminio, un material que puede reciclarse una y otra vez sin perder propiedades.
Objetivo 2030: Hacia el reciclaje total de latas
En España ya se reciclan en torno a 7 de cada 10 latas de bebidas, pero, como industria, queremos ir un paso más allá. Por ello, nos comprometemos a alcanzar el 90% de reciclaje de latas de bebidas para 2030. Para lograrlo, estamos uniendo esfuerzos con administraciones, recicladores y, por supuesto, la ciudadanía, con un objetivo claro: lograr una economía totalmente circular y sostenible.
El proceso de reciclaje de latas de bebidas
El reciclaje de latas de bebidas es un proceso complejo, pero altamente eficiente. ¿Aún no sabes cómo se reciclan las latas de bebidas? Te lo contamos al detalle.
Recogida y separación
Actualmente, las latas de bebidas deben ser depositadas en el contenedor amarillo, destinado a envases ligeros. En las plantas de tratamiento, se separan del resto de residuos mediante sistemas magnéticos de corrientes de Foucault, que identifican el aluminio y lo apartan del flujo general.
Compactación
Una vez separadas, las latas son compactadas en balas para facilitar su transporte y reducir su volumen. Esta etapa permite un manejo más eficiente del material reciclado.
Trituración
Las balas compactadas se trituran en pequeños fragmentos de aluminio en las instalaciones de los recuperadores. Esto aumenta la superficie del material, facilitando los pasos siguientes del proceso y asegurando que se eliminen correctamente cualquier impureza o residuo.
Decapado térmico y fundición
Los fragmentos triturados pasan por un proceso de decapado térmico, donde se eliminan lacas, barnices y tintas mediante calor. Posteriormente, el material limpio se introduce en los hornos de las fundiciones para formar lingotes o bloques de aluminio reciclado.
Laminación y fabricación de nuevas latas
Los fabricantes de bobinas se encargan de laminar los lingotes en planchas delgadas de aluminio. Las bobinas son posteriormente transportadas a los fabricantes de latas de bebidas quienes, a partir de estas láminas de aluminio, fabrican estos nuevos envases cerrando así el ciclo sin pérdida de calidad ni propiedades.
Ventajas del reciclaje de latas de bebidas
Ahorro energético significativo
Reciclar aluminio ahorra hasta un 95% de la energía que se necesita para producirlo desde materias primas vírgenes (como la bauxita). Este ahorro energético reduce el consumo de combustibles fósiles y la huella ambiental del proceso industrial.
Reciclaje ilimitado sin pérdida de calidad
El aluminio puede reciclarse sucesivas veces sin perder sus propiedades. A diferencia de otros materiales, puede ser reutilizado una y otra vez sin que se degraden sus propiedades. Esto lo convierte en un recurso verdaderamente sostenible.
Reducción de emisiones de CO₂
El proceso de reciclaje de latas genera muchas menos emisiones de dióxido de carbono que la producción de aluminio primario. Esto contribuye a mitigar el cambio climático y a cumplir con los objetivos de descarbonización de la economía.
Disminución de residuos y contaminación
Cada lata que se recicla es una lata menos que termina en vertederos o en el entorno natural. Esto ayuda a reducir la acumulación de basura, protege la biodiversidad y promueve entornos urbanos más limpios.
Impulso a la economía circular
El reciclaje de latas genera empleo en toda la cadena de valor: recogida, transporte, clasificación, tratamiento y fabricación. Además, fomenta modelos de consumo más responsables, donde el residuo se convierte en recurso.
El reciclaje de latas de bebidas es una herramienta poderosa para proteger el medio ambiente. Con el compromiso de la industria y la colaboración ciudadana, alcanzar el 90% de reciclaje para 2030 no solo es posible, sino también imprescindible.