Enlatados

El blog de la lata de bebidas

Cualquier reto es alcanzable gracias a la colaboración

Hoy queremos contaros una historia. Una historia de esas que hacen pensar, que pueden extrapolarse más allá, que nos demuestran que, si estamos unidos, si colaboramos, cualquier cosa es posible.

Nuestra historia comienza en un pueblo de la madrileña sierra de Guadarrama, Valdemorillo, bastante cercano a la capital y con una población que apenas supera los 12.000 habitantes. Este pequeño pueblo tenía tres factores que hicieron surgir y triunfar una idea: una población comprometida, una fábrica de latas de bebidas y un grupo de cuatro jóvenes llenos de ilusión y creatividad.

Quedémonos con estos cuatro jóvenes. Un simple grupo de amigos conocido en el pueblo como los Buscadores de emociones que querían llevar a cabo en su localidad algo grande y único, que demostrara que todo es posible y, lo que es más importante, que sirviera para concienciar tanto en su pueblo como fuera de él.

Tras mucho trabajo, constancia y altas dosis de creatividad crearon un reto: recogerían entre todos los vecinos 6.000 latas de bebidas para crear una gran estructura de 4 metros de largo que concienciara sobre la importancia del reciclado de este envase cuyo material lo hace infinitamente reciclable.

Con el apoyo de la fábrica de latas de bebidas y del pueblo entero se pusieron manos a la obra. En una impactante muestra de colaboración ciudadana, más de 100 familias de Valdemorillo comenzaron a recoger y guardar las latas que consumían para sacar adelante el sueño de estos cuatro jóvenes.

¿Crees que lo consiguieron? Descúbrelo en el siguiente video

Gracias al material con el cual están elaboradas las latas de bebidas, estas pueden ser infinitamente recicladas, pero es necesaria tu colaboración. Cuando termines de disfrutar de tu bebida favorita en lata, recuerda depositarla en el contenedor amarillo para que pueda ser reciclada. ¿Sabías que desde que realizas este gesto hasta que esa misma lata vuelve a ti en forma de una nueva tan sólo pasan 60 días?

Y eso no es todo, las latas que depositas en el contenedor amarillo pueden vivir una nueva aventura, más allá de volver a ser una lata. Pueden formar parte de una bicicleta, un patinete eléctrico, el marco de una ventana o incluso una pieza del dispositivo desde el cual estás leyendo este post. El metal es un material infinitamente reciclable y lleva reutilizándose desde los comienzos de la humanidad ¡no dejemos de hacerlo ahora!

El proyecto llevado a cabo por los jóvenes de Valdemorrillo nos demuestra que siempre podemos sacar lo mejor de nosotros mismos, que con la colaboración ciudadana podemos llegar muy lejos y que es responsabilidad de todos cerrar el ciclo de vida de las latas de bebidas, para que puedan vivir eternamente.